jueves, 29 de diciembre de 2011

Primer avance de "The Winds of Winter"

Theon Greyjoy, tal como aparece en la serie de televisión Juego de tronos.

Considerando que George R. R. Martin podría tardar hasta 6 o 7 años en publicar la sexta entrega de Canción de hielo y fuego, no está mal la idea de ir soltando de vez en cuando alguno de los capítulos que tiene por ahí terminados, que al parecer son bastantes. Como regalito navideño, Martin ha colgado en su página un capítulo de The Winds of Winter. Advierte en su blog, eso sí, que el momento cronológico en que el episodio debe insertarse dentro del desarrollo de la trama es anterior al momento en que concluye A Dance with Dragons, así que mucho ojo. Y por supuesto, tengamos en cuenta que de aquí a cuando nuestros nietos lean el libro completo, habrá sufrido doscientas reescrituras. Me atreveré a traducir el comienzo (bastante libre de "spoilers"):

    La voz del rey sonó ahogada por la ira. -Eres peor pirata que Sallador Saan.
    Theon Greyjoy abrió los ojos. Los hombros le ardían y no podía mover las manos. Por un segundo temió encontrarse de nuevo en su vieja celda bajo Fuerte Terror, y que el amasijo de recuerdos en su cabeza no fuese más que el residuo de algún sueño febril. "Estaba dormido", comprendió. Eso, o había muerto de dolor. Cuando trató de moverse, se balanceó lateralmente, con la espalda rozando sobre piedra. Estaba colgado de un muro dentro de una torre, sus muñecas encadenadas a un par de aros de hierro oxidado.
    El aire apestaba a turba ardiente. El suelo era polvo apisonado. Escalones de madera ascendían en espiral por las paredes hasta el techo. No veía ventanas. La torre era húmeda, oscura e incómoda, con una silla de respaldo alto y una mesa muy arañada que descansaba sobre tres caballetes. No había ni rastro de excusados, aunque Theon vio un orinal en un nicho en penumbra. La única luz provenía de las velas sobre la mesa. Sus pies colgaban a seis pies por encima del suelo.
 -Las deudas de mi hermano, -refunfuñaba el rey. -Y las de Joffrey, aunque esa vulgar abominación no era de mi familia-. Theon se retorció en sus cadenas. Conocía aquella voz. "Stannis".

miércoles, 28 de diciembre de 2011

PROSIGUE LA SAGA CREPÚSCULO


Crepúsculo 6: Sol de hombre, tras la historia de Edward en Sol de medianoche, narra la tragedia que acontece a Bella, cuando unos cazadores de vampiros van tras su recién creada familia. Además, ¿qué ocurrió con la manada de los Push camino hasta Forks ? Stephanie vuelve para contar el destino de la hija de Edward y Bella, su tía Alice y su tía Rosalie. Arturo Pérez Reverte ha tenido acceso al borrador original y ha dicho que "es el mejor de todos. Va a ser un pepinazo". Se espera que desbanque en ventas incluso a la última entrega de Harry Potter, realzando una vez más la importancia de echarse un novio, vampiro, lobo o momia azteca.

jueves, 22 de diciembre de 2011

LAS AUSENCIAS DEL REY RICARDO


A pesar del vacío dejado por el rey Ricardo Corazón de León en las cruzadas, aparecieron dos héroes que nunca han protagonizado un crossover. Uno es su primer caballero, Ivanhoe, creado por Walter Scott, y el otro es Robin Hood, la leyenda de los juglares ingleses en los S.XII y XIII. Los libros han encumbrado a un monarca que en realidad no fue tan correcto. Se alió con sus dos hermanos para derrocar a su padre. Sí que ha quedado la figura del malvado valido Juan, que en ausencia de su rey, es un déspota que aspira a ser maestre de la Gran Orden del Temple. A mí me gusta pensar que Ricardo no se fue, sino que se quedó bajo la personalidad secreta del Caballero Negro, otro héroe coetáneo de los anteriores, que merodeaba por ahí. Queda la idea, por si álguien quiere escribir la novela en la que se entrecrucen estos tres personajes. Si os la publican, agradecedlo en la dedicatoria del prólogo.

martes, 20 de diciembre de 2011

EL AUTO DE LOS REYES MAGOS


Mi abuela me contó que cuando era pequeña, los Reyes Magos le trajeron ... una naranja. El auto sacramental es del S.XII, y reaparece en una compilación de autos en el XV. Luego Lope de Vega lo completa y actualmente está publicado en Cátedra Letras Hispánicas. Yo lo vi representado en una Iglesia, con un vestuario fastuoso que realzaba la condición de reyes de Melchor, Gaspar y Baltasar (había un cuarto rey, Artabán, que se perdió siguiendo la estrella y nunca llegó al portal) Si comenzamos leyendo el Evangelio según San Mateo, podemos obtener las primeras notas que pueden servirnos para ir cercando la fecha del nacimiento de Jesús y de paso, encontramos la primera referencia a la Estrella de Belén:
    "Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente y venimos a adorarle. Oyendo esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él." (Mateo, 2. 1-3)
Herodes nace en el 73 a.C. y según los historiadores modernos se sabe que murió después de un eclipse de Luna que pudo verse desde Jericó y antes de la Pascua Judía. Dicho eclipse puede corresponderse con el sucedido el l3 de marzo del año 4 a.C. Con lo cual Herodes el Grande pudo haber muerto a finales de marzo o principios de abril de dicho año. Por tanto podemos establecer una primera cota en las fechas: la Natividad debió acontecer antes del 4 a.C. En el año 7 a.C. Júpiter y Saturno tuvieron un acercamiento aparente en el cielo muy destacado y también lo hicieron en la constelación de Piscis. En esa ocasión Saturno y Júpiter se acercaron y alejaron mutuamente hasta tres veces (conjunción triple) durante un período de seis meses. Debió ser magnífico ver ese espectáculo. Kepler, dentro de la aureola de misticismo que le rodeó durante toda su vida, creía en la Astrología por lo que no le resultó difícil creer que los Reyes Magos pudieron interpretar el hecho como: Un nuevo gran Rey (encarnado en la figura del planeta Júpiter) que traerá justicia (simbolizada por Saturno) está a punto de nacer entre los judíos. La conjunción fue la estrella de Belén basándose en el hecho de un acercamiento de ambos planetas tan próximos, que resultaría imposible distinguir los dos a simple vista, con lo cual lo que se observaba en el cielo sería un punto de luz brillantísimo. Además, esta conjunción pudo verse durante buena parte de la noche, lo que se relacionaba con los comentarios proféticos de la venida del Mesías. Es obvio que estas conjunciones se dieron, y que astrónomos persas las registraron. Melchor, Gaspar y Baltasar se mencionan en diversas fuentes. . Uno de los aspectos más comentados es lo que se ha dado en llamar la duda de los reyes, así, en Evangelios de la Infancia apócrifos franceses donde aparece la ofrenda de regalos diversos para probar la divinidad del recién nacido (debía escoger el incienso en lugar de oro o mirra, para probar su divinidad) Resumiendo: La estrella de Belén existió. Los Reyes Magos existieron, y la naranja mágica que entregaron a mi abuela le hizo superar la posguerra y vivir hasta los 92 años.

CORAZÓN, DE EDMUNDO DE AMICIS


Los niños protagonistas de Corazón ya no existen. Son el modelo de niño perfecto y educado de los héroes más nobles de Dickens. El libro está estructurado siguiendo los meses del año que dan título a cada capítulo, y en ellos, la clase es respetuosa con sus compañeros y sus profesores, pero sobre todo, son heroicos, como el niño manco que hace los deberes sobre una silla, de rodillas, porque su madre ha tenido que vender el pupitre. Abnegados, trabajadores, amorosos con sus padres y hermanos. Corazón ha sido tildado muchas veces de panfletista y patriótico, pero leerlo es como estar en esa clase de lluvia y monotonía en los cristales del poema de Antonio Machado. Son buenas fechas para leer Corazón, porque está próxima la Navidad, y como ella, Corazón está lleno de ejemplos, sentimiento y calidez. Y cala en el corazón, y abriga como una manta confortable, y emociona como un viejo villancico.

viernes, 16 de diciembre de 2011

PRÓXIMO ESTRENO


Hemos hablado mucho de John Carter, pero quizá hay quienes lo desconocen. Personaje pulp creado por Edgar Rice Burroughts, es un capitán guerracivilista en EEUU , que se hace rico al encontrar una mina de oro. Un día se esconde de los indios en una cueva y cae en una muerte aparente, pero es transportado misteriosamente en proyección astral al planeta Marte, donde se reencarna en una forma idéntica a sí mismo.
Al despertar se encuentra otra vez en la Tierra en su cuerpo original. Al cabo de otros diez años muere, pero de nuevo se trata de una muerte aparente, y es transportado a Barsoom por segunda vez, alcanzando el honor de señor de la guerra. Luego vuelve a la Tierra varias veces a contar sus aventuras a su sobrino, revelándole que ha conseguido dominar el proceso del viaje astral entre los dos mundos, mientras su cuerpo reposa en una tumba especial, que sólo puede abrirse desde dentro. La película, de Disney y Pixar, aspira a ser el nuevo Avatar.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

¿Quién inventó el REALISMO MÁGICO?


Cuando Gabriel García Márquez publicó Cien años de soledad, a finales de los 60, Álvaro Cunqueiro proclamó que "eso ya lo había hecho él antes" con la novelita "Merlín y Familia" en la que los personajes artúricos, jubilados, vivían retirados en Galicia. Realmente se trataba de una "magia cotidiana". A mí siempre me dio pereza García Márquez porque no me gustó el tremendismo de "Crónica de una muerte anunciada" que me hicieron leer en el instituto. Y creía que 100 años de Soledad era una historia enrevesadísima que obligaba al lector a un ejercicio de memoria. Así, cuando fui a leerlo, me hice de un árbol genealógico de la Familia Buendía, para después descubrir ¡que no trata de nada! Que sólo son viñetas de ideas condensadas, y cada una de ellas daría para un cuento corto. Son remiendos de una gran manta acogedora. En Macondo uno se evade por el lenguaje onírico. Parece que le están contando a uno lo que soñaron los personajes, o lo que quisieron decir con metáforas. Nadie inventó el realismo mágico. Estaba ahí desde siempre, desde que en las piedras sumerias Gilgamesh pudo hacerse amigo de un hombre-bestia llamado Enkidu, o desde que los dioses comenzaron a casarse.

HÉROES PULP: NERO WOLFE


Además de las novelas de los Irregulares de Baker Street, (cuyo líder de pandilla,Wiggins, es uno de los malvados de los pastiches de Rodolfo Sancho, después de que Fu-Man-Chú lo vuelva contra Holmes) existe ya otra saga con el joven sherlock que sigue la fórmula de la película "El Secreto de la Pirámide" (de la que es deudora la estética del Harry Potter fílmico) El ojo del cuervo es la primera novela de la colección en donde Sherlock se sumerge en la investigación del brutal asesinato de una joven en Whitechapel, y le sigue Muerte en el aire. Lo presenta como un adolescente retraído, brillante ya entonces, pero resentido contra su origen humilde y la falta de oportunidades. Conan Doyle ya insinuó que el padre de Sherlock y Mycroft era un criminal. En los pastiches, el Holmes jubilado y apicultor a la muerte de Watson , que ha envejecido lentamente por destilar una jalea real de su invención, tiene un hijo con la Sra. Hudson que proseguirá sus aventuras. A mí me gusta pensar que Sherlock Holmes es tío de NERO WOLFE, el hijo de Mycroft, que habría heredado su físico, intelecto y su puesto en el Club Diógenes. Nero es una persona obesa, tacaña y malhumorada, fanática de la cerveza y de las orquídeas de costosísimo valor. Wolfe apenas se podía mover debido a su inmenso aspecto y esto ofrecía un punto nunca visto en la historia de los detectives del policial clásico. Establecido como detective profesional, Nero Wolfe utilizaba los servicios de su colaborador Archie Goodwin (quien relata sus historias), para que hiciera la parte activa del problema, mientras él, en su casa y sin moverse, se encargaba de la pasiva.

viernes, 9 de diciembre de 2011

EL ALTER EGO DE ROBERT E. HOWARD


El autor de Conan sufrió acoso escolar y reiteradas burlas durante su adolescencia por ser un alfeñique, cosa que solucionó entregándose a los deportes y el culturismo. Su bárbaro literario era todo lo que su fantasía ansiaba: un superhombre que recorría la era Hyboria sin responder ante nadie, pleno de poder y libertad, que finalmente conquistaba un reino propio, sin temor a nada. En el mundo real, Robert idolatraba a su madre, con la que vivió hasta que, sabedor de la enfermedad terminal que la aquejaba, se disparó con una escopeta, suicidándose. No tuvo el valor de verla morir. La madre falleció tres días después de que él se suicidara. Al final de su vida, no pudo ser Conan, por mucho que se lo propusiera, sino el niño asustado y solitario que quería pisar con sus sandalias los ensortijados tesoros de la tierra.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

TARZÁN DOMESTICADO


Siempre me fastidiaba que en las pelis de Tarzán, una vez establecido con Jane, la civilización llegaba a la selva. Así, teníamos la cabaña con ascensor de plátanos, el grifo, las hamacas, la mesa escritorio de Boy, vamos, los picapiedra. Me agrada saber que en las novelas no es así. Que aunque Tarzán viaja por el mundo y vive en Greystoke Manor, deja su labor en la cámara de los Lores y a Jane y regresa a su naturismo. Aunque claro, esta vez ya no era lo mismo. Y no va con la mona, sino a lomos de un cacho león gigante. Con nostalgia de su libertad, ya se dedicaría a encontrar civilizaciones perdidas en plan novelas de Henry Ryder Haggard. Y así pasaría su último ciclo novelesco, buscando su perdido salvajismo. Cuando supo de su origen y su linaje aristocrático , ganó su humanidad, pero realmente Tarzán no quería ser un lord, sino el sucesor del gran gorila Kerchak.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Capítulo 21: UN PÍCARO LLAMADO KVOTHE


Otro fenómeno actual de la fantasía épica, género que parece estar viviendo últimamente una segunda edad de oro gracias a varias sagas de éxito, es la Crónica del asesino de reyes, presunta trilogía (veremos si no la estiran) del autor Patrick Rothfuss que cuenta hasta el momento con dos entregas publicadas, la segunda bastante reciente.

El nombre del viento (2007), novela que he terminado de leer hace bien poco, ha sido para mi una agradable revelación. Cuenta la historia -o el primer tramo de la historia- de Kvothe, un chaval pelirrojo que pertenece a una troupe de artistas ambulantes de etnia equivalente a la gitana, más o menos, que va enlazando aventuras y vivencias de todo tipo. Este relato es narrado por el propio personaje, ya adulto, que ha adoptado una identidad falsa por motivos que todavía no conocemos del todo, y que es entrevistado por una especie de historiador - periodista medieval. 

Patrick Rothfuss

Sinceramente, este libro puede ser objeto de múltiples críticas adversas, sobre todo porque no posee una trama especialmente original (relato sobre el paso de la infancia a la adultez, tensión sexual no resuelta, intrigas de campus tipo J. K. Rowling), porque su estilo es bastante irregular (unos capítulos son brillantes, pura poesía, y otros son fríos e incluso toscos), y porque el universo del autor no es nada del otro jueves (mapa propio en la primera página, grupos étnicos muy definidos racialmente, nombres propios al estilo del universo Tolkien, una religión que Rothfuss parece ir inventándose sobre la marcha); y sin embargo gusta, y gusta por méritos propios.

Portada de una edición en inglés.

Patrick Rothfuss, que no anda lejos de los 40, consigue que su prosa suene -en el mejor de los sentidos- como si fuese obra de un quinceañero fantasioso cuya mayor influencia es su propio gusto, y El nombre del viento posee una frescura envidiable que invita a leerlo agradable y relajadamente. Aunque no es original como novela fantástica, sí que se nos presenta con una desenvoltura que la hacer parecerlo, y esto se consigue sobre todo gracias al enfoque por el que opta Rothfuss: una narración en primera persona que se sustenta en la perfecta creación del personaje de Kvothe, estudiante, músico y aventurero vocacional, dueño y señor del relato de la primera a la última página para bien. La historia funciona porque Kvothe funciona, y el progreso de la trama funciona porque nos importa lo que le pasa a Kvothe. Nos gana como lectores y no tardamos en ponernos de su parte y empezar a preocuparnos por su suerte. 

Portada del segundo libro, recién publicado en España.

A partes iguales Lázaro de Tormes, Harry Potter, Ender Wiggin, Peter Pan, Huckleberry Finn y Barón Munchausen, Kvothe parece la perfecta reencarnación del outsider adolescente de toda la vida en la literatura fantástica actual. Y El nombre del viento, pese a que no es más que el prólogo de una vida que se antoja suculenta de cara a los otros dos volúmenes (el segundo se titula El temor de un hombre sabio y es mucho más grueso), es una magnífica obra que merece la pena descubrir. Con un poco de suerte y con ayuda de quien pueda aconsejarles, los chavales de hoy leerán algo además de tanta novela de vampiros Calvin Klein.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Héroes Pulp: GULLIVAR JONES

El Gulliver original de Jonathan Swift no era una novela de aventuras (sobre todo sus tres últimos viajes) sino una crítica social y un tratado político. De ahí el reduccionismo de algunos miopes, que lo infantilizaban en un gigante entre liliputienses o un diminuto entre gigantes. Pero el espíritu del viajero imposible perduró, en la creación pulp de Edwin L.Arnold, que luego inspiró otro personaje de éxito aún mayor: John Carter de Marte, de Edgar Rice Burroughts.
Mientras se halla de permiso en tierra, Gulliver Jones encuentra muerto a un pequeño tipo que parece haber caído del cielo como por arte de magia. Jones se hace con su única posesión, una lujosa alfombra. De vuelta en su triste y poco acogedora morada, expresa el ferviente deseo de encontrarse en Marte y, de repente, aquél se cumple. Envuelto en la alfombra, es transportado por el espacio y depositado sin contemplaciones en las llanuras marcianas. Encuentra a unos marcianos alcohólicos sumidos en la apatía, y se interna en la jungla para rescatar a una princesa perdida, y ya esto es otra cosa, esto sí es aventura.

lunes, 21 de noviembre de 2011

CABALLO DE TROYA 9


Recuerdo que el primer Caballo de Troya fue uno de los libros que marcó mi adolescencia. Leí con angustia el camino del calvario, y cumplí la fantasía de tener un encuentro físico con Cristo, que reconoce al viajero del tiempo diciéndole "tú estás aquí para dar testimonio, y no debes desfallecer".Con algunos cabos sueltos, como un micrófono espía no recuperado en un candil de la última cena, había motivos para seguir explotando el filón, en el que me temía que J.J. Benitez metiera sus teorías OVNI (Los astronautas de Yahveh) No he leído ninguna de las secuelas, (que van desde la infancia de Jesús a la investigación sobre María, o los días posteriores a la Resurrección) pero el mismo autor confesaba en una entrevista que si alguien quiere mantener la ilusión de que todo esto es cierto, pues adelante, pero que es una fantasía religiosa y no una suerte de evangelio apócrifo. Lo bueno es que el primero estaba tan bien escrito (obviando el tema del Libro de Urantia) y con tanta ilusión, que mucha gente quiso albergar dudas sobre si realmente estaban ante el diario de un militar que viajó en el tiempo. Parece que este noveno y último de todas todas, es sobre la vida pública de Jesús y cuestiona algunas afirmaciones vertidas en los evangelios: "la elección de los doce apóstoles no fue como la cuentan los evangelios; Jesús quemó todos sus escritos y pinturas; el prodigio de Caná fue más espectacular de lo contado; ¿por qué los evangelistas no contaron la gran ruptura entre María y su hijo?... Huy, huy, Me acuerdo de la canción de the Cure "Personal Jesus".

jueves, 17 de noviembre de 2011

DESCARTES: EL PRINCIPIO DE CAUSALIDAD


Esta colección acercaba la literatura, filosofía y arte de una manera sencilla. Al hilo de los comentarios en la entrada de los libros espirituales, me he acordado del Principio de causalidad de Descartes, que demuestra así la existencia de Dios.

La consecuencia contiene tanto la realidad como al OBJETO que produjo la causa. Y la consecuencia nunca puede ser más perfecta que el objeto causante.

Da qué pensar. ¿Seguimos teorizando?

LA PEÑA L'AGUILICA: EL TIEMPO PETRIFICADO (dedicado a mis amigos de Águilas)


Al sureste del Mediterráneo, durante el Neolítico, un joven íbero llamado Vofu abandonaba la ciudad de Urci para sentarse junto al acantilado. Le gustaba subir la colina hacia los riscos, y acomodarse en su choza secreta de pieles secas, contemplando el mar revuelto bramar abajo, y el renuente estrellar de las olas. Allí se estaba calentito y a salvo, y Vofu se reía del agua que no podía tocarlo. Por encima, entre los altos picos de piedra, estaba el Sol, que le seguía a todas partes. Y cuando por fin se iba, Vofu se tumbaba allí a mirar las estrellas. Y venía la luna blanca, y Vofu se sentía cerca del Valle de los Espíritus, la tierra a la que decían se había ido su abuelo, gran cazador de la tribu.

A veces encendía un gran fuego contra los muros de piedra, dejándolos negros, y días más tarde los espíritus, enfadados, hacían lluvia para limpiar todo. Él sabía que la tribu lo buscaba para cazar o sembrar, pero Vofu prefería comer algo para él, y sentarse en el suelo caliente que hay junto al mar, y comer los peces distraídos.


Quizá fue por eso que los espíritus se enfadaron. Vofu no iba a escuchar al anciano Tobar las historias de Urci. Vofu no fabricaba anzuelos para los demás. Vofu no prestaba su hacha de sílex ni se había molestado nunca en aprender cómo se hacían las estatuas de terracota.

Y una noche, hubo rayos sin lluvia, y el mar llegó arriba, y tiró la choza de Vofu, y la tierra tembló, y el agua dio un bocado a la piedra, y muchas rocas se resquebrajaron y Vofu pasó mucho miedo y bajó corriendo a pedir perdón a Tobar por no ser un urciniano obediente.


Al día siguiente, los íberos subieron a ver cómo habían quedado las montañas, y vieron que los espíritus habían tallado un gran águila en la peña de piedra. Un tótem que les daba la espalda, igual que Vofu se la había dado a sus obligaciones. Tobar lo interpretó como un mal augurio, y resolvió que Vofu debía de permanecer 40 días rezando en una tienda de sudación, para que la tierra no volviera a temblar nunca.

El águila de piedra observó cómo Vofu murió y fue enterrado allí arriba, en el lugar que acostumbraba. Observó cómo el pueblo se hizo más grande y luengas sus generaciones. La longevidad trajo hombres nuevos, conquistadores, y el águila durmió mucho tiempo.


Despertó para ver cómo los romanos comerciaban a sus pies con garum y salazones. Una legión comandada por César Octavio Augusto, descansaba en la playa. El César, sumido en hondos pensamientos, ascendió la calzada que llevaba al acantilado. Contempló pensativo la bahía, y decidió que aquel lugar había de ser propiedad del Imperio. La zona, aún sin nombre, era conocida como las minas, la cordelería, las termas, la posada, el asentamiento… Y Octavio quiso bautizar al lugar con nombre de provincia, y resolvió llamarla Tridente, por la forma de su tres golfos consecutivos. Mas luego quiso Júpiter iluminarle, y adivinar la enseña de la bandera romana tallada en la roca por Vulcano, pues claramente delante suya, flanqueada por grandes albatros, estaba esculpida en la peña el águila imperial. Y bajó resuelto a dictar un edicto por el que de aquí en adelante, la ciudad fuese conocida por ÁGUILAS o AQUILONIA, lo que el vulgo prefiriera.
Siglos más tarde, Tarik Ibn Yassin leía a su hijo Las Mil y Una Noches. Dos libros tenía en su casa en el poblado de Aquila: las Rubáiyáts de Omar Khayyam, para las que había dispuesto en el tabique un pequeño hueco, enrejado y bajo llave, porque su familia no leyera el contenido herético de algunas cuartetas; y el otro libro eran los cuentos de Sherezade, que sí les eran permitidos a su hijo y esposa. El pequeño Dinar Ibn Tarik estaba fascinado con uno de los viajes de Simbad en el que el protagonista cabalgaba a lomos del Pájaro Roc. De súbito, Tarik tuvo una ocurrencia:

  • Dinar, acuéstate temprano –espetó- porque mañana te llevaré a conocer al Pájaro Roc.

El hijo obedeció excitado, y al día siguiente, sin apenas haber podido conciliar el sueño, siguió a su padre en la excursión hasta el acantilado. Allí, Tarik le adivinó el águila en la roca, y el niño se maravilló, y fue un día feliz para ambos.

Mucho más tarde, con la conquista pactada de Lorca por el infante Alfonso X el Sabio, el fondeadero de Águilas quedó inactivo, su puerto vedado y su torre arruinada. Pero el águila de piedra aún custodiaba a sus pies unas enormes cestas de proyectiles metálicos redondos. Raúl, un joven soldado español, era el artillero del risco, esperando ver las fogatas de advertencia para disparar. Su único compañero era el pájaro en la roca, como si allí hubiera anidado y dado a luz muchos huevos, que lanzados desde un cañón sobre el risco eclosionaban en las naves musulmanas, hundiéndolas, dejando en el mar tesoros sumergidos, cuya localización sólo el ave pétrea conoce. Más batallas se ganaron al disparar desde allí que desde los antiguos castillos árabes de Tébar y Chueca, habilitados ahora para la vigilancia.

Una noche, en la que Raúl se quedó dormido. Le despertó un cañonazo terrible, y pudo ver cómo los depredadores moriscos habían atravesado la línea de defensa entre los faros. Multitud de barcas iluminadas con teas ya se prestaban a desembarcar, y Raúl no se perdonaba su desidia.

Días más tarde, Raúl fue hecho prisionero, como las torres de Cope y las gemelas de Águilas y Terreros. Y el águila observó cómo volvía a tener unos vecinos desconocidos.



Dos décadas tuvieron que transcurrir para que llegara el decreto de Carlos III sobre la fundación de la nueva población de las Águilas. Nombrado Capitán General de Castilla la Nueva el Conde de Aranda. Éste quiso repoblar una zona de costa abandonada, comprendida entre Cartagena y Gibraltar. Y eso renovó el nido del Mediterráneo.

Un día, Carlos III y el conde de Floridablanca, sustituto de Aranda tras su caída, visitaban la región, orgullosos de haberla rescatado de la escasez. Tras un paseo por el puerto, en el que se mercadeaba con grano, barrilla, sosa y esparto, subieron al Castillo de San Juan de las Águilas para disfrutar de su fascinante vista panorámica. Desde allí contemplaban sus barcos fondear en el puerto, los tres faros vigilantes, uno en cada golfo, la albufera tomada por las gaviotas, el antifaz de mar entre los promontorios. De pronto, Floridablanca dijo:
>Majestad, disponga de mi catalejo, y podrá descubrir justo junto al lugar en el que apunto, un águila que la Naturaleza, mucho más talentosa que el hombre, ha esculpido en aquel risco.
>Carlos III obedeció. Tardó un rato en recuperar el enfoque, pero tras cinco minutos de oscilar el periscopio, levantó la mirada y matizó:
">Señor Conde, es sin duda majestuosa, pero no se trata de un águila, sino de un halcón. Un halcón cazador. Las águilas, son notables y grandes, y un halcón es más pequeño.
">¿Seguro? Quizá es un azor -se defendía el conde-
>Aún a riesgo de parecer pedante, reafirmo mi hipótesis. Quizá deberíamos desplazarnos allá para, sobre el terreno, determinar de qué ave se trata.

Majestad, no pretendo cansarle a usted por una cabezonería mía. Usted es el ornitólogo, y a diferencia de un servidor, ha usado halcones en las cacerías, así que convendremos que es halcón.
">No quiero que me den la razón porque sí, sin más ni más. Vayamos al lugar y dirimamos la cuestión.
>Si es su gusto, contemplemos a ese halcón de cerca.
">Una hora después, Carlos III y el Conde, por no perder más tiempo en rebatirse, resolvieron que el ave de piedra era una aguilica, una cría de águila. Y como aguilucho les sonaba un sufijo despectivo, bautizaron al lugar como Peña del Aguilica.

Mucho más tarde, el tataranieto de Raúl, se guarecía en el Castillo de Águilas, escogido entre los quintos para defender al poblado de los franceses, que ya habían tomado Lorca. El castillo quedaba sin artillería, y recordó el secreto familiar de los proyectiles enterrados en la Peña de La Aguilica. Tomó un caballo y galopó hasta allí. Cavó hondo y encontró el arsenal. Cargó las bolas en las alforjas del corcel, que doblado por el peso, apenas podía trotar. A su regreso al castillo ya ondeaba la bandera francesa en las almenas españolas. Arrojó su carga en la arena de la playa, cosa que el caballo agradeció, y quiso huir a la desesperada. Encontró ante él diez bayonetas apuntándole. Como su tatarabuelo, perdió la batalla y fue hecho prisionero, sin posibilidad de defender a los aguileños.

La semana pasada, África fue expulsada del Instituto de Enseñanza Secundaria Alfonso Escámez por gritar ¡Viva la Pepa! en clase de Historia. La lección del día trataba de la proclamación de la constitución del 19 de marzo de 1812, y de cómo la Junta de Cádiz pidió que Águilas fuese declarado ayuntamiento constitucional independiente del municipio de Lorca. África estuvo haciendo gracias un rato, luego se dedicó a decorar su agenda y acabó por desesperar al profesor. Era una de esas alumnas que había obtenido el graduado muy por los pelos, y que había decidido probar un año de bachillerato para no separarse de sus amigas. La verdad es que a ella le preocupaba poco ir a la Universidad de Murcia. Y además, cómo estudiar en el Escámez, con esas vistas, divisando un mar azul tentador desde la ventana de la clase. Su parte de expulsión indicaba que molestaba a los compañeros y que se mostraba insolente. Ella lo firmó con desgana, cogiendo el bolígrafo como si fuese una herramienta inútil y oxidada. Cerró la puerta tras de sí, y se llenó del silencio del pasillo. El resto de la lección sonaba ya opaco tras la puerta, a oportunidad perdida. Conocía bien el camino hacia jefatura. Tocó a la puerta, y nadie contestaba. Abrió sin más y encontró los ordenadores apagados y sin profesores. Cerró y pensó qué demonios. Y se fue del instituto.

Hacer pellas es más divertido si alguien te acompaña. Preocupada por si algún vecino la veía a esas horas saltándose la clase en el paseo marítimo, retrocedió sobre sus pasos y subió al Mirador de la Aguilica. Sus padres iban a acabar enterándose. Qué mal. Y ahora qué. Ese tío es tonto, no tiene sentido del humor. Pero ninguno.
Ya se había fumado la clase otras veces, con sus amigas. A los mayores de dieciocho se les permite entrar y salir del centro, y es tentador no volver. Iban a fumar al fondo del mirador, sentadas en el muro, frente al mar, y criticaban a tal y a cuál, se cubrían de humedad, y les despeinaba el vientecillo de la libertad. Se sentó sola, bajo el águila de piedra. Encendió un cigarrillo, y dio una calada honda mirando al pájaro, en el mismo sitio en el que el íbero Vofu se escondía de sus mayores. En el idéntico emplazamiento en el que César Octavio Augusto se detuvo a sonreír. En el exacto lugar en el que Tarik Ibn Yassin llevó a su hijo de excursión para demostrarle que Simbad existió. En el justo enclave en el que el vigía Raúl se durmió irresponsable, dejando un flanco abierto a los piratas. Lejanos y obsoletos estaban los fantasmas de Floridablanca y Carlos III, expoliado el escondite de la artillería, cubierto el mirador de pintadas de alumnos aburridos, vejado el acantilado con vidrios y restos del botellón.
Era una mañana soleada, un ala delta a motor se posaba grácil sobre la arena de la playa. El águila de piedra reparó en ella con envidia. Había visto aviones desplazarse entre las nubes, y ella, que había sido esculpida para la conquista, seguía allí, clavada en la roca. Soñaba con alzar por fin sus alas, y desplegadas y abiertas, asesinar la gravedad, y al volar arrancar miles de piedrecitas de su plumaje, y rascarse con el pico, y lanzarse hasta el puerto, a ras de la estatua de Ícaro. Y planeando, recorrer la ciudad, vigilante, hecho aquel cielo para ser conquistado, y aunque piedra inerte, cómo no soñar, estando aquel firmamento tan azul. Y África pensaba algo parecido, soñando, sintiéndose presa, como aquellas piedras.



Siglos más tarde, la Peña de la Aguilica se desmoronará. Al principio parecerá que no, que iba a levantar el vuelo, y durante un instante se diría que no iba sino a tomar carrerilla para ascender, pero caerá al agua, y el paisaje será bruscamente modificado por la erosión de los años. Quedarán fotos de lo caprichoso y azaroso de su formar, y los aguileños levantarán allí una estatua en mármol de Macael, grande como un hipogrifo, majestuosa como el ave roc que soñara el pequeño Dinar Ibn Tarik. Pero ahora, la silueta de la peña es la mosca de una televisión local, y los pin de las asociaciones juveniles, y también es ya una esfera de cristal de las tiendas de regalos, con una reproducción del aguilica dentro. Y con un giro de muñeca, se puede hacer nevar purpurina dorada o corcho en su interior. Y arrebatado el territorio a los animales polares, el águila de piedra ha puesto huevos y engendrado polluelos junto a un éter aristotélico. Y los aguileños miran dentro de ellas y les recuerda al original tan mirado, como un genio a su lámpara, como el Principito a su asteroide, como Dios al planeta, como la eternidad al Sol, como el infinito a la galaxia, esperando nosotros reunir los méritos para un día, ser también de piedra y que nos miren reverentes. Y el águila sabe, que los secretos mueren si no se susurran, como hace ella con las olas y el viento; y ese adusto contemplar no puede ser subastado a cualquier licitador, sino al turista que sabe subir hasta allí y filosofar de verdad. Y meditar sobre el único misterio que nos llevaremos, a nuestra propia tumba de piedra. ¿Qué es la memorabilidad? ¿Qué hace allí un águila esculpida por la providencia? Dice el águila: Que resuelvan el acertijo. ¿Qué ojo divino pudo concebir esa graciosa casualidad? Dice el águila: Que descifren el mapa. Que interroguen a los labios sellados, y así crecerán las leyendas.

Y el águila, inmortal, aún sigue, sigue posada, vigilante, sus ojos escudriñan el embarcadero de los ingleses, recordando a larga distancia, a diferencia del estudiante. Las reminiscencias olvidadas, son el deja vu que hace a su fantasía notar los hilos del marionetista.
Y sueña con lo que ha visto: Tantos rostros, no quiere olvidar. Y sabe que recordar es contradecir algo, que la prisión de su pedestal de piedra le roba, pero el tiempo hace al recuerdo poroso, y el olvido viene, y emborrona, como la erosión a la roca.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

POE: LEGADO DE UNA TRAGEDIA


Allan Parson's project ya hizo un disco de culto "Tales of mistery and imagination" consagrado a Poe. Y Dagoll Dagom un musical de éxito. Pero no sé si sabréis que existe Edgar Allan Poe. Legado de una tragedia, que es una ópera rock interpretada por 21 cantantes y casi 50 músicos de las bandas más importantes de hard rock de habla hispana. Los artífices son los de Iguana Tango. El disco pretendía ser el primero de una trilogía.

En la obra se narra a través de dos actos, “Crepúsculo” y “Ocaso”, la trayectoria vital de Poe (sus andanzas en el ejército, su temprana boda con su prima, la muerte de su esposa, su vida bohemia y su muerte) y dos de sus famosos relatos cortos (El pozo y el péndulo y El Cuervo). La historia es relatada de diferentes puntos de vista, incluyendo a personajes antropomórficos como la tuberculosis, la muerte y el talento de Poe. El escritor es representado como una especie de Fausto que vende su alma a la Muerte a cambio de su talento. Las letras tienen un carácter de gran rigor pues todos los datos que ellas contienen han sido directamente aprobados por The Edgar Allan Poe Society of Baltimore que facilitaron gran cantidad de material para documentar la ópera rock. Pero a pesar de que las letras mencionan hechos reales, la obra tiene un propósito de ficción y por lo tanto muchos aspectos fueron adaptados libremente, siendo la reencarnación de Poe la invención más obvia.

Acto I: Crepúsculo
  1. Crepúsculo (02:03)
  2. Gato Negro (06:20)
  3. Atormentado (06:19)
  4. Preludios Nocturnos (01:27)
  5. Encontrar Mi Sangre (07:06)
  6. Delirios De Amor (01:55)
  7. Visionario (04:38)
  8. El Cuervo (04:12)
  9. Mar Adentro (03:47)
  10. Falsas Esperanzas (01:54)
Acto II: Ocaso
  1. El Péndulo (01:33)
  2. Reinando En Su Propio Mundo (04:07)
  3. Adiós Amor (08:31)
  4. No Quiero Morir (04:10)
  5. Embriagado De Dolor (03:21)
  6. Fe Sin Dios (04:42)
  7. Alma Errante (04:47)

martes, 15 de noviembre de 2011

NUEVAS ADAPTACIONES HOLMESIANAS


No solamente tenemos la faceta aventurera de Sherlock en el estreno en Enero de la secuela, sino que José Luis Garci ya está rodando una propia, que promete, esta sí, ser "muy fiel" a las historias escritas por Arthur Conan Doyle. Una fidelidad que se presume debido a que el guión está escrito por Garci junto al crítico y escritor Eduardo Torres-Dulce, considerado gran conocedor del personaje. Gary Piquer dará vida al detective en el film que –de momento– se titula ‘Holmes. Madrid Suite 1890’. Pero el actor es cómplice del secretismo de Garci y no desvela todavía algunas incógnitas. Respecto a la de Guy Ritchie, la de Enero 2012, repite todo su elenco, como por ejemplo Kelly Reilly como Mary Morstan (y su boda con Watson) y Eddie Marsan en el rol del Inspector Lestrade. Sin olvidarnos de Stephen Fry, que dará vida a Mycroft Holmes, hermano de Sherlock. Y pequeño en el cartel, pero sale, tenemos, por fin, al maléfico Dr. Moriarty (Jared Leto).

jueves, 10 de noviembre de 2011

CONTRA LAS FALTAS DE ORTOGRAFÍA


Siempre se ha dicho que, más que aprender normas ortográficas de memoria, la mejor forma de combatir las faltas es LEYENDO, por aquello de la memoria eudética. Ahora tenemos el fenómeno contrario: el vicio de acelerar el mensaje cometiendo faltas intencionadas, hace que nuestra memoria visual quede atropellada y contaminada por un código que suplanta al auténtico en los elementos de la comunicación. Es por ello que ya hay un frente contra el lenguaje SMS al que sumarnos.

lunes, 7 de noviembre de 2011

MARCIAL LAFUENTE ESTEFANÍA


Tras haber sido plagiadas en México en 2007, las novelas de este ingeniero de caminos dedicado a escribir, son ahora reeditadas con portadas serias por diversas editoriales. Y eso que pueden encontrarse a 50 céntimos en los chinos. Enrique Jardiel Poncela le dio un consejo «No escribas cosas serias, escribe en broma para que la gente se entretenga, es la única forma de ganar dinero con esto » Y así fue, escribió para entretener a la gente con su estilo particular. Teniendo en cuenta estos consejos creó “La mascota de la pradera” (del oeste), ”Todo un hombre” y PX21 (de aventuras), además de “La reina de Yale” de corte romántico. Las envió a una editorial madrileña y para su sorpresa el editor con palabras de entusiasmo le solicitó que escribiera más novelas del oeste. Con más de 3.000 títulos diferentes, y cincuenta millones de ejemplares vendidos, las novelas de Marcial L. Estefanía constituyen todo un fenómeno editorial con tiradas de hasta cien mil ejemplares allá por los 60. Forman parte además de la memoria colectiva para más de una generación. Los hijos se integraron por completo en la labor emprendida por su padre. La tarea llegó a ser tan estrecha que, años después, los propios autores no conseguían ponerse de acuerdo sobre quién había escrito cada novela. «Buscábamos en la libreta de personajes en las que íbamos añadiendo las historias que le ocurrían a nuestras creaciones, para ver quién había añadido qué». La confusión ante tantos libritos se hacía especialmente delicada en lo referente a los títulos. «Casi, casi, lo más difícil era encontrar un buen título, y que no lo hubiéramos usado ya». El asunto de los títulos dio incluso lugar a algunas anécdotas tan curiosas como la que se produjo un verano, cuando toda la familia veraneaba en Galicia. «Nos llegó una carta urgente de Bruguera. Era una portada, con su ilustración y un título, que habían impreso ya. Nos pedían con urgencia el texto para rellenar las tripas. Mi padre me dijo que ésa me tocaba a mí. Me la escribí en 24 horas sin parar, sin dormir. Jamás repetiría algo así».

viernes, 4 de noviembre de 2011

STEVENSON, EL TUSITALA


Aquejado de tuberculosis, Stevenson busca climas cálidos y finita sus días con su esposa en una isla de Samoa, en la que escribe su última obra. Retrata las costumbres de los indígenas, habla sobre el canibalismo, cerdos domésticos, plantas etc. «Faltándome el valor de volver a mi antigua vida de casa y de habitación de enfermo...» reconoce en el momento que decide embarcarse en el Ecuador, y más tarde cuando entiende que permanecerá en las islas dice: «Pocos son los hombres que vienen a las islas y se van; envejecen donde se quedan; las sombras de las palmeras y el viento los abanican hasta que mueren, y siguen deseando quizá la última alegría de un viaje a casa, que pocas veces se realiza, menos aún se disfruta, y todavía menos se repite. Ninguna parte del mundo ejerce tal poder de atracción en el visitante. Lo que me toca ahora es comunicar al viajero tranquilo algún aspecto de esa seducción, y describir la vida, en el mar y en la costa, de muchos cientos de personas, algunos de nuestra misma sangre y lengua, todos contemporáneos nuestros, y sin embargo tan remotos en el pensamiento y las costumbres como Rob Roy o Barbarossa, los Apostóles o los Césares.» Me encantaría escuchar en una hoguera las palabras del que los aborígenes llamaron Tusitala, el contador de historias.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

LOS LIBROS ESPIRITUALES: NIEZTSCHE HA MUERTO



Acabo de leer "Conversaciones con Dios" de Neale Donald Walsh. El autor había llegado al limite de su resistencia. Se encontraba en ese momento en que el dolor amenaza con desbordarse en la más insondable desesperación. ¿Que mejor prueba podía tener la inexistencia de Dios que su insensato sufrimiento? Y si existe y Dios es Amor, ¿no podría, en su soledad, reclamarle como interlocutor? Este último gesto de esperanza obró el milagro. En la línea de "a 33.000 pies" de J.J. Benítez, establece una conversación con el Altísimo, desarrollando un método de autoterapia con el que lleva ya tres libros publicados, más "Conversaciones con Dios para jóvenes" prologado por Alanis Morrisette. Me interesé por este libro porque la película me pareció buenísima. En ella el libro era la anécdota de la última parte, pero la historia de Neale es en sí un testimonio de Fe demoledor.

Estos libros tan profundos se basan no en lo que Dios dice, sino en lo que Dios te diría.
La cuestión es que, en una sociedad cada vez más simpatizante al laicismo, estos libros son superventas (El Secreto, Tu Dios interior, Fuerza para vivir, El Manual del Guerrero de la Luz) planteando un buenrollismo cósmico y ecológico que en los 80 se llamó new- age y que ahora retorna. Todos se basan en algo que ya está en los evangelios, y es la Fe suprema: Que Dios está de tu parte, que el Universo conspira para que tú logres lo que quieres, que el amor consigue los actos creativos y los atrae. Y a raíz de los múltiples testimonios, estos libros llegan en momentos en los que se necesitan, como si la persona los invocase.
Providencia, karma, y evangelios 1.0. Algo es seguro: el ateísmo no conforta.

jueves, 27 de octubre de 2011

EL HERMOSO PATETISMO DE OSCAR WILDE


Siguiendo con las estatuas que cobran vida, llegamos al Príncipe Feliz. Desgarrador el momento en el que pide a la golondrina que le arranque los ojos (zafiros) y se los lleve al niño que arde de fiebre y pide naranjas, y su madre no tiene qué darle. Y es que hay una gran belleza en el dolor de esos cuentos. La muerte del Gigante Egoísta, la rosa desdeñada por la dama, pese a que el ruiseñor había muerto por querer pincharse en ella. Y sobre todo, cristianismo: el niño Jesús que se le aparece al Gigante para recordarle que un día le dejó jugar en su jardín, y ahora él le dejará jugar en el suyo, que es el Paraíso. O el ángel que quiere llevar a Dios los objetos más preciados de la Tierra, y le muestra el corazón de plomo no fundido del Príncipe Feliz y la golondrina muerta, obteniendo la felicitación del creador. Las bellas palabras que Oscar Wilde dedica a Cristo en De Profundis, suenan al Papa Ratzinger.

miércoles, 26 de octubre de 2011

EL GOLEM


No fue hasta ayer, leyendo un relato de Prosper Merimée (romántico francés autor de Carmen) concretamente La Venus de Ille, que advertí que a los tópicos del Romanticismo (amor post mortem, espectros, cementerios) había que sumar uno: la leyenda de la estatua que cobra vida. Así, en El Beso de Bécquer, o con el Convidado de Piedra de Zorrilla. Pero el germen de todas ellas sería El Golem, de Gustav Meyrinck. Es un ser de arcilla creado mediante la magia (precedente de Frankestein, animado por la electricidad) que obedece las instrucciones que se graban en su cuerpo o engulle escritas. Los cuentecillos del Golem son de la tradición oral judía veterotestamentaria (por ejemplo, una mujer le ordena sacar agua del río, y a cubos, sin parar, el Golem inunda la ciudad) La historia del Golem aparecía en la letra en 1847 en una colección de relatos judíos, publicado por Wolf Pascheles de Praga. Aproximadamente sesenta años después, una descripción ficticia fue publicada por Yudl Rosenberg (1909). De acuerdo con la leyenda, el Golem podía estar hecho de la arcilla de la orilla del río Vltava (río Moldava) en Praga. Tras realizar los rituales prescritos, el Rabbi desarrolló el Golem y lo hizo venir a la vida recitando los conjuros especiales en hebreo. Cuando el Golem de Rabbi Loew creció más, también se puso más violento y empezó a matar a las personas y difundir el miedo. Al Rabino Loew le prometieron que la violencia en contra de los judíos pararía si el Golem era destruido. El Rabbi estuvo de acuerdo. Para destruir el Golem, eliminó la primera letra de la palabra "Emet" de la frente del golem para formar la palabra hebrea que representaba la muerte. (De acuerdo con la leyenda, los restos del Golem de Praga están guardados en un ataúd en Praga, y puede ser devuelto a la vida de nuevo si es necesario.

martes, 25 de octubre de 2011

APOCALIPSIS


Me enganché a esta novela sólo porque el guionista de Perdidos, Damon Lindelof, la citaba como uno de sus máximos referentes. Bueno, tochonovela en dos tomos, que narra la devastación que sufre el planeta por culpa de un virus llamado “el Capitán Trotamundos” que casi extinguirá a la raza humana. Los pocos supervivientes acabarán repartiéndose en dos bandos, buenos y malos. Hay quién quiere reproducir el mundo tal y como era antes, y los hay que quieren hacer algo nuevo. Stephen King tenía planificado contar el fin del mundo, pero luego continuó escribiendo sin saber a dónde iba. Ahora, no será Frank Darabont, sino Ben Affleck, el que adaptará los dos tomacos en una sola película de próximo estreno. Me entretuvo mucho durante tres largos meses. Hay edición sencilla y resumida, comics de marvel, y ahora superproducción en marcha. Me dio mieditis porque nada más leer los cinco primeros capítulos empezaron con aquel rollo de la gripe A. Que no eran sino las farmacéuticas adaptando a Stephen king.

viernes, 21 de octubre de 2011

LA MÁQUINA DEL TIEMPO


Tras la presentación, hace unos días, del experimento ópera, según los cuales los neutrinos viajan más rápido que la luz, los físicos de partículas se han aplicado rápidamente a estudiar esa supuesta velocidad superlumínica. Andrew G. Cohen y Sheldon L. Glashow (Premio Nobel de Física y una de las grandes autoridades en partículas elementales), afirman que si estas partículas superasen la velocidad de la luz, los datos registrados en el detector Opera serían bien distintos de lo que sus responsables han anunciado. Dicho de manera muy sencilla, el análisis de estos dos físicos indica que unos neutrinos superlumínicos perderían energía muy rápidamente y el Opera habría detectado solo los de energía inferior a un cierto límite, mientras que en los resultados que se han presentado hay neutrinos por encima de ese límite. "Por lo tanto, refutamos la interpretación superlumínica de los resultados de Opera". Esto significa que sigue siendo imposible viajar en el tiempo, porque nada es más rápido que la luz. El Conde y yo siempre sostenemos que si fuera posible, ya estaríamos invadidos de viajeros del tiempo ( a no ser que lo hagan clandestinamente y esos neutrinos viajen de verdad 6 veces más rápido que la luz). Me gusta pensar que lo que han descubierto es la partícula de Dios, que trasciende al tiempo y el espacio, y está en todas partes.

jueves, 20 de octubre de 2011

¡INDIGNAOS! ¡COMPROMETEOS! ¡COMPRAD MI LIBRO!


Creía que Stéphane Hessel era un oportunista que con "la esperanza de ver surgir una izquierda impertinente con peso", había perpetrado dos panfletillos para los que no tenían voluntad de leer los tochos de Trostky, Marx, Chomsky o cualquier gurú inaccesible a un lector perezoso. Pero cuidado, porque cuando uno de los redactores de la Declaración de los Derechos Humanos, superviviente del nazismo, dice que la cosa está mal, debemos preocuparnos. Cualquier medio de luchar contra la indolencia es bueno.
He aquí algunos párrafos que he seleccionado:
Es verdad que las razones para estar indignados pueden verse hoy menos claramente relacionadas o el mundo se ha vuelto demasiado complejo. ¿Quién está haciendo el ordenamiento, quién lo decide? No es siempre sencillo diferenciar entre todas las corrientes que nos gobiernan. No estamos lidiando con una pequeña elite cuyas actividades pueden ser fácilmente visibles. Este es un mundo vasto, en el cual tenemos una sensación de interdependencia. Vivimos en una interconectividad como nunca antes. Pero en este mundo todavía hay cosas intolerables. Para verlas, es bueno y necesario mirar, buscar. Le digo a los jóvenes, busquen poco y eso es lo que van a encontrar. La peor de las actitudes es la indiferencia, decir ’No puedo hacer nada contra eso. Ya me las arreglaré para salir adelante’. Por incluirte a ti mismo en esto, pierdes uno de los elementos que hacen al ser humano: la facultad de indignarse y el compromiso que es una consecuencia de lo primero.
[...] A la gente joven le digo: Miren alrededor, encontrarán temas que justifiquen su indignación — hechos acerca del tratamiento de inmigrantes, de inmigrantes "ilegales", de gitanos. Encontrarán situaciones concretas que les llevan a fortalecer su acción ciudadana. ¡Busquen y encontrarán! Es necesario entender que la violencia se opone a la esperanza. Es necesario preferir la esperanza, esperanza por sobre la violencia. La no-violencia es el camino que debemos aprender a seguir. También los opresores.

viernes, 14 de octubre de 2011

LAS VIUDAS DE LOS ESCRITORES

Eva Gabrielsson, viuda de Stieg Larrson está en batalla legal con el padre y el hijo del escritor, que quieren llevar adelante una apócrifa cuarta novela de la saga Millenium (que hubieran de haber sido diez libros) La viuda afirma que "no hay mucho de cierto" en los rumores que apuntan a que Larsson dejó esa obra escrita en un portátil y matiza que, por lo que sabe, lo que hay son unas doscientas páginas inconexas.

"Hay el comienzo de una cuarta novela", concede, inmersa en la disputa con la familia del fallecido por los derechos sobre su obra. Ya se sabe que un amigo de Larrson terminará la cuarta parte, porque hay que vender derechos al cine. Eva quiere su parte del pastel, pero, como convivía con el escritor sin estar casada, no tiene derecho a nada. Y es que hay que dejarlo todo atado y bien atado, como Marina Castaño, que cubrió el tercio de legítima del hijo de Camilo José Cela con un cuadro de Picasso (magistral jugada). Y es que hay esposas de escritores aprovechadas, y otras abnegadas, como la de Tolstoi, que tras haber pasado Guerra y Paz a mano TRES VECES y hacerle de secretaria, tuvo que saber que el marido quería legar los derechos de autor de sus obras al pueblo ruso. Cómo sería el follón que la mujer montó, que Tolstoi tuvo que huir por patas, y si no le da una gripe en la estación de tren no lo pillan nunca. Y luego hay esposas ejemplares y cultas para con el legado del marido, tal y como María Kodama con Borges. Hasta 70 años tras la muerte del autor, hay tajada para todos. Es curioso, seguro que en vida estaban siempre riéndose del tío éste, que se pasa la vida leyendo y escribiendo...

miércoles, 12 de octubre de 2011

Capítulo 20: DRAGONES DE DESTRUCCIÓN MASIVA


(La siguiente reseña no desvela información precisa sobre el argumento del libro, sino que pretende ser una revisión crítica general del mismo. No tengáis miedo de meter la pata, salvo que no hayáis empezado a leer la saga.)

El 12 de julio de este año salió a la venta A Dance with Dragons, quinta entrega de la saga Canción de hielo y fuego, de George R. R. Martin, nada menos que seis añazos después de su predecesor, Festín de cuervos. Por suerte para mí y por pura casualidad, me puse a leer la saga justo a tiempo para enlazar con esta quinta entrega pocos meses después de terminar la anterior, aunque los que siguen a Martin desde Juego de tronos en 1996 debían estar ya echando espumarajos por la boca. A Dance with Dragons, o "Una danza con dragones", es la segunda secuela directa de Tormenta de espadas, el tercer volumen de la serie. Aquel libraco de más de mil páginas, pico de calidad de la saga hasta ahora, dejó tantos frentes abiertos que Martin decidió dividir su secuela en dos volúmenes; mientras que Festín de cuervos trataba sobre los sucesos acaecidos exclusivamente en los Siete Reinos de Poniente (Westeros, en el original), A Dance with Dragons se emplea a fondo con el resto del enorme mapeado de Martin: el Norte de Poniente, incluyendo los alrededores de Invernalia y el Muro, y las Ciudades Libres más allá del mar angosto. Sin embargo, la espera ha sido tan larga que este quinto libro incluye capítulos que van más allá de lo supuesto en un principio, entrando a narrar sucesos que, en teoría, debían pertenecer a la siguiente entrega de la saga.

George R. R. Martin, en arts.nationalpost.com

Terminé de leerlo hace tres o cuatro días, y he querido escribir esta crítica aprovechando que lo tengo todo bien fresco. Es un bicharraco de 1100 páginas, todo un mamotreto que me mantiene aturdido tras tres meses sin parar de leer, y yo diría que en él ocurren casi tantas cosas como en los previos cuatro libros juntos. Este libro puede ser fácilmente el mejor hasta ahora, sobre todo porque George Martin sigue depurando su estilo y jugando con nosotros para colárnosla incluso cuando creemos verla venir de antemano. Una vez cerrado el tomo (el archivo .epub en mi caso), ahora sí que no se puede tener ni la menor idea de lo que pasará en adelante. Quizá incluso se haya pasado tres pueblos en algún punto.

A Dance with Dragons contiene una infinidad de puntos de vista en sus múltiples capítulos, tanto con los personajes que ya conocemos como con otros nuevos o "reciclados" de entregas anteriores. No obstante, el peso principal recae en quienes a estas alturas son sin duda los tres personajes clave de la saga: Jon Nieve, Tyrion Lannister y sobre todo Daenerys Targaryen. Una de las excusas que ofrece Martin para explicar su tardanza es su necesidad de deshacer eficazmente "el nudo de Meereen", el berenjenal imposible que supone la estancia de Daenerys en la Bahía de los Esclavos y los desafíos que recibe por parte de infinitos batallones de mercenarios, grupos clandestinos y arribistas de todo pelaje. Merece la pena leer entre líneas estos capítulos de la joven Targaryen, ya que Martin amplia sus ambiciones meramente fantásticas hacia la alegoría geopolítica: Meereen y la Bahía de los Esclavos no dejan de guardar un parecido razonable con la antigua Babilonia y alrededores, Irak o Afganistan, donde hoy se encuentra el todopoderoso ejército estadounidense un poco apalancado, buscando alianzas entre etnias y credos como un poseso y recibiendo ataques diarios de una resistencia nativa que se opone a sus postulados supuestamente democratizantes y neo-coloniales. Daenerys, armada con tres dragones y un ejército en teoría invencible, es objeto de ataques terroristas durante la noche mientras el pueblo sometido la recibe con sonrisas de día. Ella se plantea constantemente el dilema entre la matanza preventiva y la huida.

Una edición ilustrada en inglés, de próxima aparición.

En los capítulos que se ambientan en Poniente también es bueno dar un paso atrás para ver todo el cuadro: tanto la Guardia de la noche como el tesorero de Desembarco del Rey tienen que contar con préstamos bancarios de imposible devolución para dar de comer a montones de ciudadanos hambrientos unos, para mantener vivos sus conflictos militares otros. La crisis económica ataca Poniente, y el dinero resulta ser en última instancia, más que el honor caballeresco o los derechos dinásticos, el que mueve los intrincados hilos de la sociedad. La religión toma también un protagonismo enorme en este quinto volumen, convirtiendo ya a las claras tanto la religión de los Siete como el culto al dios de la luz R'hllor en transfiguraciones siniestras del catolicismo inquisitorial de la Edad Media, o peor.

Antes dije que A Dance with Dragons podría ser el mejor libro de la saga hasta ahora, y creo que debo explicarme. Es cierto que Tormenta de espadas sigue destacando por la forma en que Martin encadena sucesos peliagudos en su último tramo, pero aquí logra una intensidad argumental que se mantiene de principio a fin, con un estilo que supera al tomo que mejor estaba escrito hasta ahora, Festín de cuervos, y encima remata con una serie de sucesivos desenlaces que te funden los plomos. Un hecho en concreto, de resultar las cosas como parecen, bien podría terminar con una buena parte de los seguidores de la saga lanzando el libro al contenedor de basuras. Yo creo que Martin ha querido dejar así las cosas mientras se piensa si sí o si no... hasta que salga el próximo libro. Qué listo, el tío. Y lo más interesante es que el resto del relato no presagia este desenlace. Más bien da la impresión de que el autor ha querido convertir lo que antes eran muertes en resurrecciones, lo que antes era puro folletín en una narración sosegada y descriptiva, digna del exotismo colorista de ese rico universo suyo que aquí se expande una vez más como una gigantesca supernova de pueblos, religiones, vestuarios, costumbres y gastronomías... La verdad es que A Dance with Dragons es, salvo por una recta final que nos devuelve a las urdimbres típicas de la saga, una impresionante novela clásica de aventuras, llena de viajes a lugares lejanos y escenas de acción trepidantes en las que, sorprendentemente, es el lenguaraz enano Tyrion quien lleva la voz cantante donde antaño estas hazañas recaían más bien en gente como Jon o Arya Stark, más dados a la acción física.

Portada del primer tomo (de dos) en la edición croata.

Más bestia que nunca (desmembramientos, evisceraciones, quemaduras supurantes, diarreas), más grueso, más complicado, más grandioso, aunque quizá con algo menos de sexo por aquello de no darse las situaciones oportunas, A Dance with Dragons pone -esta vez sí- el listón tan alto que George R. R. Martin se las va a ver negras para terminar la saga al mismo nivel, y en esos dos únicos tomos que en teoría faltan. Si lo consigue, y todo apunta a que está en condiciones de lograrlo, estaremos hablando seguramente de la mayor obra jamás concebida en el género de la fantasía épica, junto a esa otra que todos sabemos.

lunes, 10 de octubre de 2011

LAS AVENTURAS DE EDGAR ALLAN POE


Hace poco informábamos aquí sobre la peli de Coppola sobre Edgar Allan Poe. Pues bien, tendremos doble ración de Poe, porque The Raven es la nueva película de James McTeigue (V de Vendetta), un thriller en el que un asesino en serie comete sus crímenes basándose en las obras del escritor. El propio Poe (John Cusack) tendrá que unir sus fuerzas junto a un detective (Luke Evans) para darle caza. El actor de Coppola es más convincente que Cusack como Poe. En el tráiler he reconocido la calle Morgue, Berenice, el entierro prematuro y el pozo y el péndulo.

EL VILLANO ROMÁNTICO


Se ha escrito mucho del héroe trágico, pero tras algunos villanos también hay un héroe caído, que sucumbió, y eso es algo más triste, por su potencial por hacer el bien. Se puede pasar uno al lado oscuro por amor, por una decepción con el mundo, o una rebeldía ante la sociedad. Estos últimos días he estado releyendo 20.000 leguas de viaje submarino, el original. Y me ha fascinado nuevamente la figura del Capitán Nemo. Guarda una biblioteca en el Nautilus. ¿Dónde estar más aislado del mundo que leyendo en un submarino sumergido cuatro kilómetros de profundidad? O ese momento en el que entierran a un compañero en un cementerio de coral, en el que, en palabras de Nemo al profesor Aronnax, estará a salvo de los tiburones... y de los hombres. Pienso en esa tumba submarina con una cruz entre algas y líquenes. De vez en cuando hay que pensar en el fugitivo y triste Capitán Nemo, resentido con la superficie terrestre.

jueves, 6 de octubre de 2011

Capítulo 19: UN PASADO CREÍBLE


Hace ya bastantes años, allá por la segunda mitad de los ochenta, la novela histórica (o pseudohistórica, que al final es lo mismo), no era todavía el género literario de moda que ha sido en la presente década. En 1980 se publicó El nombre de la rosa, cuya influencia posterior fue muy notable, sobre todo en el mundillo de la investigación de misterios históricos; y en 1989 salió a la venta el bombazo comercial Los pilares de la Tierra, que es otro referente obligado, en este caso algo más cercano a lo que podríamos llamar "verosímil" que aquella exquisita fantasía detectivesca de Umberto Eco. A caballo entre los ochenta y los noventa se publicó la trilogía de Noah Gordon sobre médicos y sanadores, y tomando carrerilla a partir de todo ello salió a la venta en 1991 El puente de Alcántara, de Frank Baer. Se trata, a mi juicio, de una de las mejores novelas históricas que se pueden encontrar por ahí, si bien la popularidad no ha terminado de acompañarla. Prueba de ello es que ni siquiera existen entradas en la Wikipedia sobre ella o sobre su autor.

No es que se trate de un libro de culto, ni un incunable para unos pocos elegidos; es más bien que se ha quedado nadando en mitad de ninguna parte, o peor, incrustado sin más miramientos entre otras tantas novelas medievales del montón. Es fácil de encontrar en librerías, aunque en ediciones un poco raras. Yo lo conseguí en una edición de quiosco que lo dividía en dos tomos a causa de su gran longitud: más de mil páginas.

Una de las ediciones españolas.

¿Por qué estoy hablando de este libro? Porque he leído varias novelas históricas durante estos años de apogeo editorial, y esta es sin duda la que más puedo creerme. El género se ha caracterizado -para mal- por una traslación directa de la mentalidad de nuestro tiempo a un escenario medieval poco coherente, con  personajes que profesan la religión como lo hacemos ahora, y no como se hacía entonces; que ocultaban bajo sus actos una lógica propia de los regímenes democráticos, cuando esto era impensable en la sociedad del vasallaje; o que otorgaba a las mujeres un rol parecido al de los hombres cuando, como sabemos, eran en general consideradas entonces como parte del mobiliario doméstico. El puente de Alcántara rompe con estas líneas para ofrecernos un retablo de la España medieval que podemos creernos a pies juntillas en lo que a su fondo se refiere, a pesar de que, como no podía ser de otra manera, los personajes viven acontecimientos muy novelescos. Sorprende bastante que el autor, alemán, haya sido capaz de describir con tanto realismo los paisajes rurales españoles y los ambientes de los viejos barrios judíos andaluces, la rudeza mercenaria de la soldadesca cristiana y la opulencia decadente de las cortes musulmanas de Al-Andalus. La historia tiene lugar durante el siglo XI, y sigue las peripecias de tres personajes: el médico judío sevillano Yunus, un escudero cristiano llamado Lope y el poeta andalusí Ibn Ammar (un personaje real, por cierto), cuyas vidas se van entrecruzando entre huidas, peregrinaciones y guerras durante los primeros tiempos de la Reconquista.

Lo más interesante es la mentalidad de cada uno, desarrollada con capítulos bajo el punto de vista de cada personaje, en plan "novela río" al estilo del éxito de moda Canción de hielo y fuego. Y todo es creíble, porque cada cual actúa y piensa como supondríamos de alguien de esa época, al menos dentro de lo razonable. No suele uno encontrarse libros en los que el autor se moje a ese nivel, y aunque seguro que El puente de Alcántara no es el único que incide en este detalle, es la novela que más me ha convencido hasta ahora de su verosimilitud histórica. Un libro a descubrir.